La revolución en Egipto se organiza ampliamente a partir de la comunicación con sistemas de tecnologías online, que los civiles dirigieron y fueron partícipes desde la red social como Facebook. En este sentido, que no me digan que la tecnología y las máquinas no son parte del presente y futuro del mundo; un mundo que no para de cambiar y que nos sorprende con democracias nacientes en algunas regiones y opresiones renovadas en otras.
Y es que mientras Egipto atraviesa una época donde la democracia tiene bases en las últimas tecnologías de la informática, otros estudian y analizan cada detalle de las nuevas tecnologías online enfocadas a la amplitud de las comunicaciones, que si bien es algo totalmente positivo para las políticas diferenciadas y sus ciudadanos seguidores, se podría tornar en un guerrero silencioso y sin pausa para quienes intentan reprimir a la multitud.
¿Esto es bueno o es malo? Dime qué opinas tú. Personalmente, pienso que las personas seguimos siendo las responsables de todo, con más y menos tecnología; y como dice el cantante de Jarabe de Palo «depende ¿de qué depende? de según como se mire, todo depende». Y, en eso es que los pises han puesto su vara medidora para someter a las nuevas tecnologías y redes sociales incontrolables políticamente, sin recurrir a la censura, a un escrudiño intensivo que no se ha hecho esperar, aunque nadie se atreva a hablar de ello.
¿Cuánto utilizas las redes sociales? ¿Cuánto dependes de la tecnología en tu diario vivir? ¿Que no podrías dejar de utilizar, internet o la TV?