Con un diseño en aluminio semejante a los modelos previos, lo que realmente impresiona de este nuevo portatil de Apple son sus características técnicas y su tecnología: pantalla de 17 pulgadas full HD (1.920 por 1.200 pixels) , un procesador Intel Core i7 a 2,66 o 2,8 GHz y cuatro Gigas de Ram DDR3 a 1066 MHz, sin duda un producto top tecnología. Enfocado para aquellos profesionales que necesiten un potencial muy elevado en su equipo portátil (fotógrafos, editores de vídeo, diseñadores gráficos…) el rendimiento que ofrece el sistema de Apple está por encima del de la mayoría de ordenadores sobremesa actuales.
En el lateral cuenta con ranura para tarjetas SD, salida y entrada de sonido, Mini DisplayPort, dos USB 2.0, Ethernet gigabit, Firewire 800 y la conexión de alimentación Magsafe. El trackpad Multitouch es grande, simple y fácil de usar, pero sigue siendo recomendable usar un ratón si se quiere sacar todo el partido al equipo.
El equipo se puede usar nada más ser extraído de la caja, ahorrándonos el tedioso paso de instalar algún tipo de software antes de poder usar nuestra nueva adquisición. Apple asegura que la duración de la batería ha aumentado hasta las ocho o nueve horas, dependiendo de lo que estemos haciendo. Éste es un punto a comprobar, pero sí se observa una gran mejora en este aspecto: ahora hay un conmutador automático que cambia entre el uso de la potente tarjeta gráfica NVIDIA GeForce 330M que incorpora el equipo y el mucho más modesto procesador gráfico Intel HD según qué aplicaciones estemos utilizando, ahorrando por ahí bastante energía.
Llegamos al punto más importante para muchos que se plantean comprar ordenador: el precio. Pues bien, esta maravilla de la informática no sale precisamente barato -a partir de 2.237€-, pero a cambio, la durabilidad de este equipo promete ser mucho mayor que la de cualquier portátil corriente y no nos obligará a la compra de otro equipo más potente a las primeras de cambio si queremos usar los programas que vayan saliendo.